COMO ELEGIR EL CORTE PERFECTO

Revista PARA TI | Octubre, 1995 Sigue leyendo

Tenga en cuenta: la forma de cara, el estilo de vida, el tipo de pelo. Y además cómo tapar las canas y las nuevas.

Ver

COMO ELEGIR EL CORTE PERFECTO

Revista PARA TI | Octubre, 1995 Sigue leyendo

Tenga en cuenta: la forma de cara, el estilo de vida, el tipo de pelo. Y además cómo tapar las canas y las nuevas.

REDONDA: para afinar la cara lo ideal es hacer un corte para generar volumen en la parte alta, de las sienes hacia arriba. Olvídese de los carré cuadrados y las nucas rapadas. Elija cortes desmechados con patillas.

LARGA: para esta forma de cara hay muchas opciones. La clave es encontrar un corte que se quiebre a la altura de los pómulos. Elija los desmechados hacia la cara, rebajados. Dígale no a las melenas chatas y enteras.

OVALADA: el carré recto y el desmechado son la mejor opción. Elija flequillos irregulares pero no muy espesos. Dígale no a los cortes con quiebre a la altura de los pómulos. La idea es dar movimiento en la zona del cuello para redondear la cara.

NARIZ GRANDE: olvídese de las nucas despojadas que destacan aún más la nariz y a los peinados tirantes con gel. Elija degrades muy suaves que enmarcan la cara y dan un look clásico y juvenil y los flequillos irregulares para suavizar y afinar los rasgos.

MENTÓN PRONUNCIADO: opte por una media melena con movimiento en las puntas. Descarte las nucas despojadas y ios cortes desmechados sobre la cara. FRENTE ANCHA: el flequillo irregular desmechado da marco a la cara. Para estos casos lo peor son los cortes muy rectos.

TAMARA DI TELLA:
«Tenia un corte aburrido, a la altura de los hombros, y para cambiar opté por un rebajado. Me desflecaron la parte de arriba para dar volumen y la nuca me la dejaron entera y un poco más larga para cubrir el cuello. La ventaja de este corte es que se peina con los dedos y suaviza las facciones. Para tener más brillo y además disimular las canas, me hago un champú-color del mismo tono de mi pelo»

CANAS: Si tiene más del 30 %: • Elija una coloración que cubra bien y luego suavícela con una iluminación. Puede optar por una coloración uniforme con oxidante.

QUE TONO ELEGIR:

• Los colores claros rejuvenecen. Los rubios claros, lo medianos y los cobrizos, los dorados, los tabacos, los caoba-cobrizos son colores traslúcidos que refrescan la cara y rejuvenecen los rasgos. Dígale no a los tonos cenizas que son muy parecidos al color de las canas.
• Los castaños oscuros y los negros, por el contrario, endurecen las facciones y envejecen.
• Los colores irregulares con mechas más claras y más oscuras, ayudan a tener más frescura y juventud.

SERA QUE…

• La coloración disminuye la keratina, que es el compuesto natural del pelo que da forma al cabello. Por eso es necesario devolverla con restauradores que contengan esta sustancia en estado líquido para que el pelo pueda absorberla.
• Cuando el pelo tiene una coloración necesita un champú especial. Lo ideal es usar un producto que ayude a mantener el color y crema de enjuague que proteja al pelo y que tenga una fórmula especial para cabellos con coloración. Elija los productos con proteínas y vitaminas.’
• Si nunca se hizo una coloración y tiene problemas alérgicos haga una prueba antes de hacerse la tintura. Coloque el producto con un poco de agua oxigenada en un mechón detrás de la oreja y espere 24 horas para ver si hay reacciones. Si no hay reacción haga la tintura de acuerdo al proceso normal, si es alérgica realice la coloración sin oxidante.

TAMARA DI TELLA; 4 EQUIPOS BASICOS

Revista PARA TI | Septiembre, 1995 Sigue leyendo

Tamara no para un segundo. Su día empieza muy temprano con la salida al colegio de sus dos hijos adolescentes. Después de este rito "sagrado", sale a correr 5 km día por medio por Palermo. Una ducha y a trabajar.

Ver

TAMARA DI TELLA; 4 EQUIPOS BASICOS

Revista PARA TI | Septiembre, 1995 Sigue leyendo

Tamara no para un segundo. Su día empieza muy temprano con la salida al colegio de sus dos hijos adolescentes. Después de este rito «sagrado», sale a correr 5 km día por medio por Palermo. Una ducha y a trabajar.

Un día pasó por la redacción y nos contó que ella es de las que compran ropa pero después no sabe cómo combinarla. Entonces le propusimos que fuera modelo por un día, las productoras le iban a armar cuatro conjuntos para que se diera una idea y así armara ella misma sus propios equipos. Lo mejor es tratar de simplificar, arreglarse con pañuelos y accesorios y sentirse muy comoda.

Las polleras de la rodilla para abajo, rectas o con poco vuelo y sin frunces en la cintura. Así las puede usar con ropa por fuera y no le abultan la cintura. Los pantalones también lisos, sin pinzas y si las tienen, elíjalos de telas con mucha caída. A esa edad ya no usamos las cosas metidas adentro y largas o cortas, quedan mejor por fuera. Un pañuelo sobre un hombro agarrado con un cinturón finito es ideal arriba de una remera o de un blazer cerrado. También un saco de un color fuerte es capaz de simplificar todo el resto, nos decimos: «no me lo compro porque es un color difícil» y sin embargo levanta cualquier conjunto. No importa si no tenemos algo para abajo, úselo cerrado con un broche y listo.


¿SE ACUERDA DE LOS LOCOS DEL ‘DI TELLA’?

Revista GENTE | Agosto, 1995 Sigue leyendo

Fueron la gran movida de los '60 Un verdadero huracan, que renovo, de un modo perdurable, el modo de cantar, de pintar, de participar, de ver arte, de actuar y aun de pensar. GENTE logro reunirlos para hablar de los viejos y los nuevos tiempos.

Ver

¿SE ACUERDA DE LOS LOCOS DEL ‘DI TELLA’?

Revista GENTE | Agosto, 1995 Sigue leyendo

Fueron la gran movida de los ’60 Un verdadero huracan, que renovo, de un modo perdurable, el modo de cantar, de pintar, de participar, de ver arte, de actuar y aun de pensar. GENTE logro reunirlos para hablar de los viejos y los nuevos tiempos.

La psicodelia llegaba a las calles con las burbujas de los colores pop. El Bajo y la Plaza San Martín se convertían en obligada zona de fiesta. Una joven rubia, de cabellos lacios, inventaba la audacia de los happenings, fiestas breves y «peligrosas». Bullían los ’60 y la banda que armaban los que formaron el Instituto Di Telia no daba tregua a la vida, a la investigación y al arte. Probablemente Buenos Aires no haya conocido, desde la producción creativa y desde la investigación, tiempos más dorados que ésos. Poco hip-pies, superpsicodélicos, bastante snobs, siempre exclusivos, todas las veces originales, no fueron punks porque el punk no existía; sí fueron, sin duda, la vanguardia de los ’60. Happenings, fiestas marchosas, exposiciones multitudinarias y de ruptura con las artes tradicionales, look pop, las primeras minífaldas y las primeras plataformas, espíritu frivolo porque «la frivolidad calma los nervios», puestas teatrales con mucha experimentación, música innovadora, esculturas e instalaciones sorprendentes fueron parte de su herencia. El fenómeno pudo ocurrir gracias a la generosidad y filantropía de, por ese entonces, los jóvenes hermanos Di Telia, herederos del dueño de la empresa Siam Di Telia. Así es, Guido y Torcuato (uno hoy es el canciller de la República; el otro es un prestigioso sociólogo) crearon el Instituto Di Telia, apostando buena parte de su herencia, un ámbito donde los más lúcidos artistas e investigadores porteños pudieran darles rienda suelta a su imaginación y a sus sueños. El edificio del Instituto hizo temblar la ciudad durante años en Florida 936 -hoy funciona allí un negocio de venta de ropa de cuero- y fue la casa de todos los artistas. La fiesta se terminó, dicen, porque se acabó la plata. Acusados de marxistas por la derecha y de frivolos, reaccionarios y snobs por la izquierda, a lo único que se mantuvieron fieles fue a su libertad individual como artistas. Aunque andaban en banda, el arte estaba primero.

GENTE convocó a los pioneros. El encuentro fue en el estudio de Marta Minu-jín, entre champagne y recuerdos. Con ellos recorrimos el espíritu del Di Tella y, después de la charla y de la foto tipo escolar, volvimos a la calle Florida, donde empezó todo. En la combi siguió la charla y pudimos seguir espiando su espíritu libre, creativo, de puro jolgorio, aguzado cinismo y envidiable lucidez. Como en los ’60, pero con las cicatrices de la vida encima.

Asistieron a la convocatoria, además de la Minujín, Guido y Torcuato Di Tella, Nacha Guevara, Marilú Marini y Alfredo Arias -recién llegados de París, donde residen-, el plástico Edgardo Giménez, la bailarina Iris Scacheri y el director de treatro Roberto Villanueva. Enrique Oteiza, director del Di Tella por aquellos tiempos y figura clave de la movida, no pudo ser de la partida por estar fuera de la ciudad.

-¿Existe alguna remota posibilidad de que alguno de ustedes pueda explicar en una o dos oraciones qué fue el Di Tella: un escándalo deliberado ante los sectores pacatos, unos cuantos eventos que desafiaban la ortodoxia, una ruptura con el arte tradicional*.
Arias: -El Di Tella permitió canalizar una fuerza creativa que estaba en funcionamiento en ese momento. Fue una institución excepcional en el mundo mismo. Para mí fue una escuela de vida y de arte. Me permitió echar bases y me dio una perspectiva para lo que hice después.
Marini: -El Instituto fue el lugar que nos dio la posibilidad de tomarnos en serio: teníamos ideas que podían parecer disparatadas. Hoy, con el Di Telia hay un gran mito, porque fue en realidad un evento muy importante en la historia cultural del país. Era una gran casa donde uno podía instalarse y encontrarse con una familia artística.
Nacha: -Para mí, el Di Tella fue alegría y libertad.

– ¿Cuál fue la fiesta que promovió el Di Tella?
Guido Di Telia: Fue una sensación de gran libertad y de gran respeto por el prójimo. Había un respeto por la visión plural de la sociedad.
Minujín: -Concretamente, yo hacía los happenings y los sigo haciendo. Esa era la fiesta. Creo que, de todos los que están acá, soy la única que con los años mantiene el espíritu del Di Tella. Los que lo inventamos fuimos pocos y después un montón se quiso acoplar y quedarse con el rédito. Yo soy fundadora de verdad, de pura cepa. ¿Querés que te dé las instrucciones para un happe-ning?. En una fiesta vas separando a las personas en grupo y le vas dando a cada grupo consignas; durante cinco minutos esas personas tienen que cumplir esas consignas. El happening es algo efímero. El Di Tella también fue efímero si lo vemos en la perspectiva histórica: duró unos pocos años.

-¿Por qué hoy no hay otro Di Tella?
Torcuato: -Primero, no hay condiciones económicas para que eso pase. Existe un espíritu de libertad que lo hace posible, pero la gente no está con la idea de consumir cultura. Tiene otras prioridades.
Villanueva: -No sé por qué no hay otro Di Tella. El momento en el que estuvo fue muy especial. En todo el mundo había un auge por las nuevas formas. Creo que haría falta otro Di Tella, ¿no?
Marini: -No hay otro porque ahora la gente tiene necesidades más individualistas. En este país, además, no existe un espacio que pueda ser subvencionado por una entidad, empresa o familia. También hay urgencias más fuertes que hacen aparecer lo cultural como accesorio.
Minujín: -No hay otro Di Tella porque no hay quien lo banque. Así de simple.
Giménez: -No existen las condiciones económicas, es cierto. Tampoco existe la generosidad de quien pueda encarar un emprendimiento de semejantes dimensiones.

-¿Cuál es la versión de cada uno de ustedes del fin del Instituto: se acabó la plata y la inspiración, o fue la censura?
Nacha: -Terminó porque terminó un período de sueños y el resultado de terminar con los sueños… lo estamos viviendo ahora. El fin del Di Telia fue el fin de un sueño. Ahora hay que armar otro.
Minujín: -El Di Tella se terminó cuando se terminó la guita. ¿O no?
Torcuato: -Sí, su fin fue una cuestión estrictamente económica. A fines de los ’60, las cosas no empezaron a ir bien en la empresa y tuvimos que cerrar…
Iris: -Bueno. Todo tiene un comienzo, un desarrollo y un fin. Lo que pasa es que con el fin del Di Tella, todavía no parece abrirse un espacio ni remotamente parecido.
-Esto es para los hermanos Di Tella, ¿volverían a hacer una donación así?
Torcuato: -No estoy arrepentido de lo que hice. De todos modos, lo pensaría. Creo que esa donación que hicimos tuvo que ver con que éramos muy jóvenes. Pero insisto, no estoy arrepentido de nada.
Guido: -Seguro. Me entusiasmó mucho la idea y volvería a repetirla.

DIA DEL NIÑO; UN FESTEJO MUY ESPECIAL

Revista CARAS | Agosto, 1995 Sigue leyendo

Los ojitos de los chicos se iluminan cuando llega esta fecha tan simpática. Ellos saben que son los protagonistas estrella de ese día. La ansiedad por descubrir la sorpresa que se esconde detrás del envoltorio

Ver

DIA DEL NIÑO; UN FESTEJO MUY ESPECIAL

Revista CARAS | Agosto, 1995 Sigue leyendo

Los ojitos de los chicos se iluminan cuando llega esta fecha tan simpática. Ellos saben que son los protagonistas estrella de ese día. La ansiedad por descubrir la sorpresa que se esconde detrás del envoltorio

y la euforia cuando empiezan a juguetear con el regalo, es una fiesta que se vive en todos los hogares donde se festeja el Día del Niño.

Los padres, a su manera, también disfrutan de la fecha al ver a sus hijos desbordados de alegría. «Este día es una excusa para regalarles algo a los chicos. Para los padres es un placer darles el gusto a los hijos, porque es como darse el gusto a uno mismo», comentó Rocío Ri-ganti (38), madre de los quintillizos, Camila, Catalina, Sofía, Franco y Martina, de tres años.
«Mis hijos —dice Cecilia Zuberbühler (40), madre de tres varones— siempre me piden algo especial. Por suerte, no tienen gustos caros y son bastante medidos en sus pedidos.»

Los dos hijos de Tamara Di Tella suelen hacer listas interminables con los regalos que quieren para el Día del Niño. Este año Tamara trato de satisfacer los deseos que para sus hijos eran más importantes. Por eso le compro un perrito Maltes a su hija Carolina (10) quien le puso de nombre Picolo, y una guitarra electrica a su hijo Sebastián (12). Este domingo fueron a la estancia que tienen en General Villegas y en familia pasaron lodo el fin de semana andando a caballo y haciendo deportes.

A medida que pasa el tiempo y los pequeños ya no lo son tanto, los festejos van cambiando y los regalos se van adecuando a la edad, hasta que la única aspiración de los chicos es ser adultos; aunque sus padres siguen viendo en ellos su alma infantil. «No importa que mis hijas el día de mañana estén casadas —confiesa Elena Fortabat (40)— yo siempre les voy a festejar este día porque en el fondo, uno siempre sigue siendo un niño.» Pablo Alarcón (49) que fue padre por primera vez hace tres años, vive este día junto a sus hijas, An-tonella (3) y Agostina (1) y su esposa Claribel (32) intensamente: «Nos encanta celebrarlo, pero igual nosotros siempre buscamos pretextos para hacer fiestas. Además, considero que es un privilegio poder dedicarme a ser papá», reflexionó el actor.

Marcelo Medina (32) siente que la paternidad fue lo mejor que le pasó en la vida y vive esa sensación con gran emoción. El Día del Niño lo pasó en familia, e improvisó una divertida búsqueda del tesoro. «Entre mi esposa, Evangeli-na, y yo escondimos todo lo que nos pidieron en los rincones de la casa. Cuando los chicos se levantaron, los tuvieron que buscar hasta encontrarlos, y en ese momento comenzó el festejo» dijo Marcelo.
Tres de los hijos de Jorge Asís (49) ya son grandes, pero gracias al más pequeño, que tiene siete años, en esta ocasión, todos recibieron lo suyo.

Para María Socas (35), en cambio, se trató de su debut, ya que hace sólo cuatro meses nació su primer hijo, Sasha, y no tiene experiencia en este tema. Igualmente salieron a pasear y a disfrutar de esta primera vivencia.
La periodista Rosario Lufrano (32) decidió para esta fecha un paseo con amigos y muchos niños. Fue a ver una obra de teatro con sus hijos y a comer a un restaurante que eligieron ellos. «Mis chicos viven ese día con gran ansiedad, esperar sus regalos y pasar una tarde juntos con mucho entusiasmo», dijo Rosario.
Héctor Veira (45) trató de complacer en ese día todos los deseos de sus dos hijas. Por eso les regaló lo que le pidieron y trató de brindarles un día de gran diversión. «Con Sonia tratamos de que la pasen siempre lo mejor posible» dijo.
Un mes antes de la fecha tan esperada por todos los chicos, los hijos de Támara Di Telia (47) le recordaron a su madre que ya era tiempo de ocuparse de los regalos. «Este año traté de no darles tanto como el año pasado y los anteriores, así se acostumbran a valorar más las cosas», dijo.
Luis Beldi (45) aprovechó ese día para llevar a sus hijos al cine y a pasear por Buenos Aires. «Fuimos a recorrer un poco Buenos Aires y tomar la merienda en un bar» contó Beldi.
Silvia Süller (37) aseguró que cumplió con todos los pedidos de sus hijos; los llevó de compras y les obsequió uno por uno los regalos que ellos deseaban. «Me encanta darles todos los gustos», afirma Silvia.