PILATES, EL YOGA DEL NUEVO MILENIO
GALERIA Magazine (Spanish) | January, 2002 Continue reading
El metodo implica un trabajo muscular profundo, que no requiere saltar o agitarse. En lugar de la musica electronica a tope de los gimnasios normales, Pilates se hace con musica clasica.
VerPILATES, EL YOGA DEL NUEVO MILENIO
GALERIA Magazine (Spanish) | January, 2002 Continue reading
El metodo implica un trabajo muscular profundo, que no requiere saltar o agitarse. En lugar de la musica electronica a tope de los gimnasios normales, Pilates se hace con musica clasica.
Y a diferencia de la gimnasia comun, no genera el riesgo de dañar la columna, las articulaciones o ligamentos. Madonna, Tiger Woods, Tom Cruise y Maximiliano Guerra son algunos de sus incondicionales.
“EN DIEZ SESIONES sentiras la diferencia, en veinte sesiones notaras la diferencia, en treinta sesiones te cambiara el cuerpo”. Lo dijo el fisiatra aleman Joseph Pilates en 1920. Prisionero de los ingieses en la guerra de 1914, Pilates recibio la orden de rehabilitar, en el campo de internacion, a los prisioneros alemanes con disminuciones fisicas y secuelas del combate. Para lograrlo le dieron, como todo instrumental, un pabellon amueblado con viejas cuchetas.
El senor Pilates tuvo que usar su ingenio. Saco los resortes que sostenian los colchones de las camas, les ato pesas artesanales con cuerdas deshilachadas y puso a los maltrechos soldados a trabajar en esas Camillas, que bautizo Der Reformator.
Asi nacio el ultimo grito actual en trabajo corporal en el mundo, responsable, parece, de esos cuerpos envidiables que vemos en las revistas, y que ahora Mega a nuestras pampas. Importado de Estados Unidos y Europa, Pilates esta haciendo furor tambien en Argentina desde que, un año atras, Tamara Di Tella, un referente en temas de nutricion sana, fitness y belleza en Argentina, instalo el sistema en el pais.
Madonna, Tiger Woods, Salma Hayek, Nicole Kidman, Tom Cruise, Melanie Griffith, Juliette Binoche, Michael Jordan y los argentinos Nacha Guevara y Maximiliano Guerra son algunos de sus incon-dicionales. Ademas, segun pudo saber galena, Pilates tiene intenciones de instalarse en Uruguay.
¿De que se trata? Pilates es un tratamiento de modelado corporal que combina gimnasia, yoga, ballet y kinesiologia. Ahora, los resortes y pesas artesanales de su inventor se han transformado en modernas Camillas construidas con cuerdas, pesas, mancuernas y pisos deslizantes sostenidos por resortes regulables, con mayor o menor carga. Se trata de un trabajo muscular profundo, que no requiere saltar o agitarse. En lugar de la música electrónica a tope de los gimnasios normales, Pilates se hace con música clásica. Y a diferencia de la gimnasia común, no genera el riesgo de dañar la columna, las articulaciones o ligamentos. A pesar del enorme esfuerzo y concentración que exige el ejercicio, nada duele al dia siguiente, y mucho menos se provocan contracturas. Si uno observa a la gente haciendo Pilates, lenta, suavemente, no imaginaria que con eso se pierden un montón de calorías y se forman cuerpos estilizados y flexibles. Algunos parecen trapecistas; otros maestros de tai-chi.
“Pilates fue diseñado para varones, mas especificamente para soldados. Los soldados tenian secuelas corporales de la guerra, de ahi que, en esta gimnasia, la columna siempre esta protegida —explico Di Tella, autora de varios libros sobre dietas, ejercicio y vida sana, pionera en temas de cuidado del cuerpo—. Pilates era un genio, pero un genio modesto, que puso su centro en el 939 de la 8° avenida de Nueva York cuando termino la guerra, y lo bautizo ‘Contrology’. El jamas uso su nombre, de hecho ni siquiera se sabe si era realmente su nombre, y no tuvo herederos cuando murio, en 1967, a los 87 años”.
Tamara Di Tella oyo hablar por primera vez de Pilates en 1998, cuando su marido, el sociólogo Torcuato Di Tella, estaba en el Centro de Estudios Latinoamericanos de Harvard. “El director del centro me mostro un libro de Pilates y me pareció horrible. Eran camaras de tortura medievales, algo muy feo. Yo tenia el spa en la cabeza, donde todo era lindo, asi que aquello no me intereso. Lo deje pasar como una tonta y me perdí un año entero, hasta 1999. En ese año, Torcuato estaba como visiting professor en Stanford. Un dia tuvo un accidente con la bicicleta y terminamos en el San Francisco Memorial Hospital. ¿Te imaginas donde lo rehabilitaron? En la sala ‘Pilates’ del hospital”.
La recuperación de su marido y un surfeo por Internet terminaron de convencer a Tamara de que eso de Pilates era cosa seria. Mas tarde escucho declaraciones de Maximiliano Guerra tras su grave accidente de rodilla: “camino gracias a Pilates”, dijo el bailarin. El siguiente paso fue registrarlo en Argentina e invertir en equipos y especialistas. El resultado: “Pilates by Tamara Di Tella”.
Hoy, a poco mas de un año del desembarco, funcionan 20 equipos en los dos centros Tamara Di Tella, se abrieron una sucursal y dos franquicias —en la localidad de Martinez y en Palermo Chico— y se formo a mas de 25 instructores. Cerca de 200 personas llenan todos los dias los horarios de clase de Pilates solo en los centros de Tamara. La mayor parte de los clientes compra el free-pass de U$S 250 mensuales, que les permite ir cuantas veces quieran; “es el rodizio de Pilates”, define Di Tella con su humor alegre. Los precios, ciertamente, son altos: ademas del free-pass, se puede pagar U$S 100 para ir una vez por semana y U$S 80 por sesion para el Pilates one to one, con instructor personal. De todas formas, los grupos en cada clase —de aproximadamente una hora de duracion— son de entre cinco y ocho personas.
“Una paradoja interesantes que, comparativamente, estamos mucho mejor entrenados que los europeos —dice Di Tella—. Por nuestra condicion de pais periferico, como aqui nadie sabia sobre esta disciplina, los instructores aprendieron con los mejores del mundo. Durante este año los formamos con gente de primera linea: Gal Villas Bras de Brasil, Malcom Miurhead de Escocia, Michael King, de Inglaterra, autor de numerosos libros sobre Pilates, Delfi Vanzaught, de Nueva York, Elizabeth Bussey, de Londres, Kojava Ezra, de Israel y Marcelo Mico, de Mexico, que fue el ultimo en venir. Para el 2002 ya estan confirmados Anna Maria Cova, de Italia y Mark Hamburger de Suiza. Te digo que me cuesta una fortuna traerlos, pero vale la pena”.
En 1920, Joseph Pilates asistio al ballet y se intereso por el metodo de entrenamiento de los bailarines. De ahi que en buena parte de los ejercicios de su gimnasia, los pies deben colocarse como en un pas de deux y las manos parecen representar la muerte del cisne. “Pilates era un divino —dice Tamara—. Tomaba cosas que veia y las incorporaba a su trabajo. El se dio cuenta de que nadie sabe mas del cuerpo que un bailarín”.
La respiracion es fundamental en Pilates, y si uno no respira como debe, expandiendo las costillas en lugar de hinchar la panza, expirando fuerte y sonoro con un perceptible movimiento de torax, “no esta trabajando”. Tambien la postura, erguida y balanceada, desde la que se estiran y distienden los musculos. Son algunos de los factores que prohiben distraerse cuando se hace Pilates. En la rutina basica, lo que mas se trabaja es la panza, los gluteos, los brazos, las piernas y las caderas. Los mas avanzados son los que parecen trapecistas, o monos que se cuelgan de una cuerda a la otra en camara lenta.
Mientras Di Telia conversa con galeria en un amplio sofa bianco del centro Pilates —todo bianco— en Juncal y Rodriguez Pena, entran y salen clientes, asistentes, instructores, amigas. Los curiosos, desde la vereda, se golpean —literalmente— la cara contra el vidrio. Como moscas.
Si uno la escucha hablar, diria que esta ante una de las mas simpaticas empresarias de la belleza y el fitness. Y es cierto. Pero Tamara es, ademas, una licenciada en ciencias politicas en Harvard, Oxford y Stanford, viene de una familia judia intelectual, esta casada con un Di Tella que es, ademas, uno de los mas prestigiosos sociologos y politologos de la Argentina.
Aunque sigue conversando, el movimiento repentino de Tamara Di Tella parece un indicio de que la entrevista debe terminar.
— Deja ese cuaderno y veni que hacemos una clase—, dice a galeria.
— Pero no tengo equipo, no estoy vestida, no estoy preparada.
— Yo te presto uno. Dale, apurate. Despues seguimos hablando.