TANGOLATES: EVALUARÁN SU EFICACIA PARA REHABILITACIÓN
Perfil Magazine (Spanish) | June, 2012 Sigue leyendo
El Ministerio de Salud de la Nación comienza una investigación sobre la efectividad del método creado por Tamara Di Tella en pacientes con movilidad reducida. Apoya la OPS.
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Perfil Magazine (Spanish) | June, 2012 Sigue leyendo
El Ministerio de Salud de la Nación comienza una investigación sobre la efectividad del método creado por Tamara Di Tella en pacientes con movilidad reducida. Apoya la OPS.
Suena de fondo la melodía de La Cumparsita y los pies se mueven lentamente al ritmo del 2×4. Un instructor sigue de cerca cada paso de tango. En la sala no hay bailarines profesionales sino pacientes, muchos de ellos adultos mayores o personas con su movilidad reducida, que buscan mejorar su salud y calidad de vida con ejercicios que mezclan la técnica del pilates con algo de rehabilitación y mucho de música. El método se llama tangolates y fue creado en 2004 por la empresaria Tamara Di Tella.
Ahora, una investigación del Servicio Nacional de Rehabilitación (SNR), que depende del Ministerio de Salud de la Nación, intentará determinar científicamente cuáles son los beneficios de esta disciplina que se impuso en países como EE.UU., Brasil, Italia y Turquía. La investigación, que cuenta con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), abarcará una muestra de alrededor de cien personas y estaría terminada a fines de este año.
“El objetivo será analizar los resultados que tiene esta técnica en el perfil de funcionamiento de una persona. Para eso vamos a evaluar ciertos parámetros como la movilidad, la fuerza y el equilibrio pero haciendo hincapié en cómo mejora la calidad de vida de los pacientes con dificultades del movimiento”, explicó Juan Boasso, del área de Docencia e Investigación del SNR.
Desde 2004, funciona en el Hospital de Clínicas una sala donde pacientes con mal de Parkinson –derivados por sus neurólogos– llegan para practicar tangolates como parte de su tratamiento. “Los pacientes notan mejoras en su motricidad y los ayuda a paliar los síntomas de esta enfermedad degenerativa como la rigidez y la pérdida de fuerza”, sostuvo Marina Pera, encargada de la sala. El tango tiene mucho que ver también con esta mejora.
“Me di cuenta de que el ritmo ayuda muchísimo al movimiento del cuerpo. Por eso decidí usar La Cumparsita, que tiene un ritmo fuerte y marcado, lo que permite a los pacientes iniciar los ejercicios y continuarlos. Cuando escuchan la música, a las personas les cuesta menos hacer gimnasia porque el ritmo las va llevando”, contó Di Tella (ver recuadro).
Avance. El tangolates se realiza generalmente en aparatos de pilates especialmente diseñados pero también se puede hacer sobre una colchoneta. Se practica con un instructor de manera individual o en grupo, y cada sesión dura entre treinta y cuarenta minutos.
“Empezamos con pacientes que tenían restricciones motoras pero la realidad es que se puede usar para cualquier persona que tiene su movilidad reducida, como un diabético, un obeso o una persona que está sentada todo el día y no practica actividad física”, le dijo a PERFIL Di Tella, quien mencionó entre las bondades del método que “mejora el equilibrio, la movilidad articular y la fuerza”.
Para Boasso lo interesante de esta disciplina “es que el trabajo está sistematizado”, lo que permite realizar una secuencia de movimientos al ritmo del 2×4. “Es una actividad física muy completa. Apunta a mejorar la capacidad aeróbica, la coordinación, el equilibrio y la movilidad general del cuerpo pero el punto es ver cuánto mejora. Por eso estamos elaborando este protocolo de investigación”, remarcó.
Aunque ya cuentan con registros cualitativos, el estudio permitirá realizar una evaluación sistematizada de los pacientes que han pasado por el Hospital de Clínicas y cómo el ejercicio mejora su funcionalidad y calidad de vida. Un dato importante, si se tiene en cuenta que el sedentarismo es considerado un grave problema de salud pública y que el 55% de los argentinos no practica ninguna actividad física, según la segunda Encuesta Nacional de Factores de Riesgo.
“Existen en el mundo mil millones de personas que tienen algún tipo de discapacidad y 200 millones tienen problemas graves de funcionalidad. La OPS quiere apoyar a estas personas a elevar su dignidad a través de una atención integrada basada en la evidencia, por eso esta investigación puede ayudar a crear esa evidencia que contribuya a mejorar su salud y calidad de vida”, concluyó Pier Paolo Balladelli, representante de la OPS en la Argentina.
Por Florencia Ballarino
TANGOLATES: EJERCICIOS DE ALTO VUELO
CIELOS ARGENTINOS Magazine (Spanish - English) | April, 2012 Sigue leyendo
Tamara Di Tella nos habla de los beneficios de su método Tangolates a la hora de viajar en avión. Por qué hay que evitar el sedentarismo en el vuelo.
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CIELOS ARGENTINOS Magazine (Spanish - English) | April, 2012 Sigue leyendo
Tamara Di Tella nos habla de los beneficios de su método Tangolates a la hora de viajar en avión. Por qué hay que evitar el sedentarismo en el vuelo.
En Cielos Argentinos, nos preocupa su seguridad. Es bien sabido que la inmovilidad prolongada durante los vuelos internacionales puede provocar inflamación, rigidez e incomodidad. En algunos casos, puede incluso causar trombosis venosa profunda (TVP).
Para evitar estos inconvenientes, haga estos ejercicios de Tangolates™, especialmente diseñados por Tamara Di Tella en base a las recomendaciones de una serie de prestigiosas instituciones médicas de nivel internacional. Le llevará nada más que diez minutos.
En sus orígenes, Tangolates™ era utilizado dentro de la comunidad médica en pacientes con problemas de movimiento. Sin embargo, ahora se le agregó el acompañamiento de música y videos, lo que convirtió esta disciplina en una nueva tendencia en el ámbito de la actividad física. Disfrute durante su vuelo de estos sanos ejercicios, y del entretenimiento que le proporciona Cielos Argentinos.
LOS SÍ Y LOS NO:
No hacer:
No al cruce de piernas. – No al cruce de tobillos. – No al doble cruce de piernas.
Que hacer:
Siéntese de modo que toda la espalda quede bien apoyada en el respaldo del asiento (especialmente la zona lumbar).
Siempre que sea posible, apoye los brazos sobre el posabrazos de su asiento, o déjelos descansar a cada lado del cuerpo. Coloque las piernas en un ángulo de 90 grados con respecto a las caderas. Separe los pies.
Los talones deben estar siempre en contacto con el suelo.
1) Éste es un movimiento típico del tango.
Extienda la pierna derecha en dirección recta a través de uno de los dos huecos que hay a cada lado del asiento de adelante.
Con esa pierna extendida, mueva la pierna izquierda por delante y por detrás de la otra, como aplicándole un masaje. Repita cinco veces.
2) Doble los dedos de los pies como si fueran las patitas de un pájaro tratando de abrazar una rama. Luego extiéndalos lo más lejos posible, separándolos bien. Esto produce una muy saludable contracción y relajación muscular. Repita diez veces.
3) Estire los dedos de los pies hacia arriba.
Luego doble los talones hacia arriba.Alterne entre dedos y talones. Sienta la tensión.
Es importante contraer los músculos de los pies y los tobillos. Repita diez veces.
4) Tome el posabrazos izquierdo con ambas manos. Rote el torso hacia la izquierda todo lo que pueda.
Cambie de lado. Repita diez veces en cada dirección.
5) Rote la muñeca derecha en el sentido de las agujas del reloj, y luego en el sentido contrario. Haga lo mismo con la muñeca izquierda.
Repita diez veces con cada muñeca.
6) Junte las palmas como si fuera a rezar y colóquelas a la altura del pecho. Aplique un poco de presión entre palma y palma y levante los brazos hasta el techo. Sienta cómo se estiran. Luego baje las palmas hasta el pecho. Trate de que los codos no se separen del tronco. Repita diez veces.
7) Aplique a sus orejas un masaje ascendente y descendente, presionándolas y tirando de los lóbulos suavemente hacia abajo.
Masajee también las zonas interior, exterior y posterior de las orejas con el dedo índice, como si se las estuviera lavando. Este ejercicio es muy relajante.
Cuente hasta treinta.
8 ) Estire el brazo derecho al máximo, con los dedos mirando hacia arriba. Con la mano izquierda presione las yemas de los dedos de la otra mano hacia adentro. Sentirá la elongación en el antebrazo. Repita con el brazo izquierdo. Haga este ejercicio diez veces.
9) Apoye el dedo mayor de cada mano en cada sien, y los pulgares en el mentón.
Abra y cierre los codos a una altura que le resulte cómoda, y permita que se toquen entre sí. Sienta la tensión en los músculos pectorales. No tensione el cuello. Repita seis veces.
10) Haga como un bailarín de tango cuando quiere invitar a la dama a la pista. Sáquese el sombrero y vuelva a ponérselo. Cuando se lo saque, no mire hacia delante, sino hacia el hombro contrario. Este ejercicio sirve para estirar el cuello.
Para más información sobre el método de Tamara Di Tella, visite: tangolates.com
TANGO PILATES; IT TAKES TWO TO GET TONED
THE WASHINGTON POST Newspaper (USA - English) | October, 2010 Sigue leyendo
Perform Pilates with a partner to tango music and you have an exercise sensation. What's new, Buenos Aires? "Tango Pilates" an exercise method that combines elements of the two disciplines.
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THE WASHINGTON POST Newspaper (USA - English) | October, 2010 Sigue leyendo
Perform Pilates with a partner to tango music and you have an exercise sensation. What’s new, Buenos Aires? «Tango Pilates» an exercise method that combines elements of the two disciplines.
Perform Pilates with a partner to tango music and you have an exercise sensation. What’s new, Buenos Aires? That’s what physical therapist/Pilates instructor Lauren Polivka want-ed to find out when she visited the Argentine capital last year. She soon stumbled across «Tango Pilates» an exercise method that combines elements of the two disciplines.
Participants perform core-strengthening steps on a square apparatus to tango tunes, which encourage a level of calorie burn you don’t typically get from mind-body exercise. But what really hooked Polivka is that, like the dance, it takes two to pull it off. «Working together makes you so much more aware,» she says.
And now, she’s working with Tamara Di Tella, creator of Tango Pilates, to introduce it at Glover.
Although the method is taught around the globe, Balance is one of the first sites in the U.S. to host the classes. So, Di Tella swung by recently to get the program off on the right foot.
«Inventions are like children. They grow,» says Di Tella, who first developed the method in 2004 as a way to rehab Parkinson’s patients. Because coordination was a problem, she paired them one-on-one with instructors so they could mirror each action. After reading some of neurologist Oliver Sacks’ work on how rhythm could motivate movement, she also experimented with various types of music. «It had to be a strong beat. Salsa wouldn’t do. Not New Age. Not cumbia,» she says.
But when she played tango, it clicked — both for patients and the general public. It amazes Di Tella that she never thought of the connection between tango and Pilates before, since both require concentration, perfect posture, balance, coordination and movements that flow from the core. «Tango and Pilates are exactly the same except that the tango carne first,» she adds.
Inspired by the findings, she invented her own apparatus: a slight-ly elevated square base that can be adjusted with a variety of accessories, including long poles, arches and elas-tic bands. And she developed 1,000 exercises to go along with it.
«Tango and Pilates are exactly the same except that the tango carne first.» – TÁMARA DI TELLA, founder of the tango pilates method
In a typical private session for a fitness enthusiast, the instructor (such as Polivka) starts by standing on the opposite side of the apparatus and stepping up and down on the base. Even this is challenging
to mimic because you’re wearing socks, which will cause you to slip if you’re not engaging your core muscles. She can then segue into step ups combined with kicks, quick side lunges and spins.
The attachments wobble if they’re pulled too hard or incorrectly during the movements, so you’ll get immediate feedback from the apparatus and the instructor if you need to adjust what you’re doing.
There’s also a series to do on traditional Pilates equipment, including the reformer But instead of holding the straps on your own apparatus, you swap. So as you pull the handle toward your head (to pretend to doff your hat), you’re actually moving the instructor on her machine, and she’s moving you.
«It’s a completely new form of exercise,» says Polivka, who’s offering free demos since you have to experience it to understand it. But anyone who hears the sounds of the bandoneón will immediately want to move, and that’s the first step.
TAMARA DI TELLA SOBRE EL MÉTODO TANGO PILATES
NEWSWEEK Magazine (Spanish) | July, 2011 Sigue leyendo
Cuando creé Tango Pilates, un sistema de ejercicios específicos y novedosos que crece en Europa y EE. UU. Yo estaba en el servicio de Pilates que instalé en un hospital público trabajando con personas con disfunciones motoras.
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NEWSWEEK Magazine (Spanish) | July, 2011 Sigue leyendo
Cuando creé Tango Pilates, un sistema de ejercicios específicos y novedosos que crece en Europa y EE. UU. Yo estaba en el servicio de Pilates que instalé en un hospital público trabajando con personas con disfunciones motoras.
Los tropiezos pueden ser, según las circunstancias, aciertos afortunados, o bien errores que dejan una huella más o menos perenne. Recuerdo dos ejemplos que lo grafican.
Cuando creé Tango Pilates, un sistema de ejercicios específicos y novedosos que crece en Europa y EE. UU., en realidad «tropecé» con esa idea. Yo estaba en el servicio de Pilates que instalé en un hospital público trabajando con personas con disfunciones motoras. Me di cuenta de que trabajaban mejor de a dos, porque a estos pacientes les cuesta iniciar el movimiento pero no tanto copiarlo. Decidí entonces poner un instructor y un paciente a cada lado de una máquina pilates, y al verlos trabajar en forma tan sincronizada, me dije: «Uy… ¡parece tango!».
Luego vino lo de la música. En realidad, música no; la música no es tan importante: es el ritmo lo que cuenta. El ritmo marcado de los latidos del corazón es el primer sonido que el bebé escucha en la panza de su mamá. Pero necesitaba encontrar un ritmo fuerte y cuadrado. Salsa o cumbia no servirían, tampoco una música estridente. Debía ser un ritmo fuerte, marcado, cuadrado. ¡La Cumparcita!
El 2 x 4 hizo el milagro. Al ver a los pacientes moviéndose armónicamente de a dos y al ritmo del famoso tango de Matos Rodríguez, me di cuenta de que había nacido un nuevo producto ¡que no se parecía a ningún otro! Fue un rapto de lucidez. Lo llamé Tango Pilates o Tangolates, y lo registré en Estados Unidos enseguida. Eso fue en 2005. Luego lo fui perfeccionando: desarrollé rutinas únicas, mi Tango Pilates pasó por las etapas de evaluación científica y lo pude presentar ante la Organización Mundial de la Salud. También publiqué libros, manuales y videos para ayudar a difundirlo en el extranjero.
Al terminar de hablar, algunas mujeres, sonriendo, me tocaban la pancita. Yo no entendía nada. Hasta que caí y me quise morir.
En 2008, el cantante Sting me dijo, con su acento tan inglés: «Tamara, Tango Pilates es de una atracción irresistible». Si hubiera sabido de qué forma fortuita había empezado todo…
Otras veces, claro, los tropiezos no devienen éxitos, sino anécdotas risueñas que recordaremos toda la vida. Aunque, en su momento, nos hubiéramos metido debajo de la tierra. Es el caso de mi error favorito. Yo tenía 23 años y había ganado una beca importante de una universidad muy prestigiosa de EE. UU. Mi inglés era fluido pero estaba muy nerviosa. Además, el auditorio estaba repleto y hacía mucho calor. Cuando subí al podio para agradecer, quise decir que sentía un poco de vergüenza porque había otras personas que merecían esa beca más que yo. Pero mi cerebro me jugó una mala pasada: al querer decir que estaba avergonzada o en una situación embarazosa (emba-rrassed, en inglés), sin darme cuenta traduje mal ¡y terminé diciendo que me encontraba embarazada (pregnant) ¡Qué papelón! El público comenzó a aplaudir y a felicitarme, y yo no comprendía por qué me celebraban tanto simplemente por el hecho de admitir que me daba un poco de vergüenza aceptar esa beca. Al finalizar, algunas mujeres se me acercaron y me tocaban la pancita y me sonreían. Yo no entendía nada. Hasta que caí. ¡Ellos pensaban que, tal cual acababa de anunciar, estaba esperando un bebé! Me quería morir. Entre paréntesis: el bebé llegó… ¡pero diez años más tarde!