FITNESS Y TANGO PILATES CON EL SELLO DE TAMARA DI TELLA

Su personalidad impacta y su confianza parece no tener límite alguno. Desde hace más de 20 años, la argentina Tamara Di Tella brinda soluciones de salud y fitness a mujeres. Fue pionera al llevar el método Pilates a la Argentina y luego lo transformó con su propio sello.

Comenzó en su país y luego conquistó nuevos mercados, entre los que se encuentran Europa. Estados Unidos y Latinoamérica. Además, creó un ejercicio que combina esta técnica con el baile más popular del país sudamericano y lo llamó Tangolates. Visitó El Salvador, donde funcionan dos de sus centros especializados, y conversó con fem.

por KARIN ANGULO, COLABORÓ FRANCESCA FALCONI

¿Como llegó Pilates a su vida? Por­que usted estudió ciencias políticas, tiene estudios en Oxford, Harvard, Stanford…
Si, en realidad lo que llegó fue el spa. Estudié en todos esos lugares, yo mis­ma no lo puedo creen cuando veo mi curriculo me pregunto: «¿eso hice yo?» De todas formas, lo primero que llegó fue el spa de Tamara Di Tella, que por cierto fue el primero de toda la Argentina. La gente no sabía ni lo que quería decir la palabra spa. Es interesante introducir en el mercado un concepto nuevo, es un gran desafío.

¿Cuándo fue esto?
Hace como 20 años. Inventé una inter­nación diurna, en la cual las mujeres ve­nían en la mañana, desayunaban, almor­zaban, tomaban el té con cheese cake se iban. Durante el día, habían hecho 13 tratamientos de belleza y relax. Lo llamé spa urbano, porque estaba en el centro de la ciudad de Buenos Aires.

¿De dónde tomó el concepto?
De ningún lugar, me lo inventé. Al año siguiente apareció el primer spa urba­no en Nueva York, el de Elizabeth Arden. Pero el concepto no existía ni en Esta­dos Unidos. Además, le agregué muchas cosas nuevas, diferentes. Por ejemplo, quería que fuera muy internacional; entonces trabajaba gente de diferentes nacionalidades: una india, una africana, un japonés y eso le daba un toque diver­tido. Esto me hizo muy famosa y luego incorporé Pilates en 1999.

¿Por qué Pilates?
Porque no existía en Argentina, es muy bueno y me pareció serio. Da resultados y no promete milagros.

¿Usted había probado el método de Pilates?
Claro, lo había probado en San Fran­cisco y me había gustado. Pensé que sería una buena idea traerlo a mi spa. Traje instructores de Inglaterra, Estados Unidos, Italia y Canadá, pero luego co­menzamos con nuestro propio método e innovaciones. Hice mí escuela de capacitación. Como todo en la vida, fue evo­lucionando y ahora, lo que es la ironía, ellos vienen a capacitarse para apren­der mis nuevas técnicas.

¿Cuáles variantes le hizo al método original?
Le introduje tres conceptos nuevos: fuerza, dinamismo y sorpresa al múscu­lo. Nosotros hacemos un Pílales con más fuerza, más dinámico y voy cambiando las rutinas para atacar al músculo desde diferentes ángulos, por eso la sorpresa. Ahora el nuevo método que tenemos se llama Tangolates y es nuestra evolución, porque siempre estamos implementan-do nuevas tecnologías.

¿Tangolates es por la marca registra­da que brinda la palabra «tango» o es una vuelta a sus raíces?
No. tiene una razón conceptual. El tango y Pilates comparten los mismos concep­tos, la única diferencia, siempre digo en chiste, es que el tango vino antes. Para ambos es muy importante la postura, la concentración. El tango es el único bai­le en el cual no se puede mover la cin­tura, las caderas, son movimientos muy simétricos, estandarizados, de balance, equilibrio, control. Eso tiene también en común con Pilates, el fortalecimiento del piso pelviano; las piernas siempre tienen que estar derechas, no se pueden doblar. Vi que tenían mucho en común. Entonces lo único que le agrega al método es la mú­sica, que en Pilates no está presente.

¿Cómo es la mujer que hace Pilates? ¿A quién está dirigido el método?
Es una mujer que tiene 30 años o más, en promedio. Es una mujer educada, que por lo general ha viajado y sobre todo, que ya no tiene ganas de saltar y agitarse hasta ponerse azul, entonces no va más a los gimnasios, porque ya pasó su época para eso.

Usted ha escrito libros y también lo hace para el diario Clarín de Argenti­na. ¿Qué mensaje les quiere transmi­tir a las mujeres?
Siempre me especialicé en salud y fitness, la vida sana, la calidad de vida. Me dediqué a escribir sobre estos te­mas, fuego puse mi propio gimnasio y fui creciendo. Pero el mensaje tiene que ver con mi tema de investigación, que es la vida sana y el estar en forma. El fitness no tiene una traducción exacta al español, pero es estar en forma. Eso que no podernos decir del fitness re­sume en cuatro palabras: joven, sano, fuerte y delgado. Ese es el mensaje y se hace con Pilates, que es un método. Hoy es Pilates, mañana será otro, la huma­nidad sigue avanzando.