PELO INDOMABLE

Tengo el pelo difícil de manejar, no llega a ser enrulado pero quiero alisármelo. Muchas veces me hago la planchita, pero me gustaría planchármelo definitivamente.

¿Me conviene hacerlo o es preferible plancharlo cáela vez para que no se me estropee mucho?

– Mañana Montaña, V. Devoto.

RESPUESTA: En esto de plancharse el pelo las opiniones están muy divididas. Algunas expertas dicen que siempre es mejor usar la planchita, que es sólo calor, y no el planchado, en el que se usan productos químicos que pueden quemar el pelo. Otras dicen que es mejor plancharse el pelo «de una vez y para siempre». Los detractores del planchado para siempre comentan que el pelo crece constantemente, por lo que hay que retocar las raíces que empiezan a crecer enruladas, y este procedimiento siempre «toca» parte del pelo ya alisado por más prolijo que sea el peluquero. En mi opinión, tendrías que alisártelo una vez con un buen producto químico y luego seguir el mantenimiento con una planchita una vez por semana. Cualquier cosa que decidas hacer, aquí va una receta casera para devolver la suavidad y el brillo al pelo recién planchado: con el pelo bien mojado -nunca seco-te pasas una generosa cantidad de aceite de girasol. Te envolvés la cabeza con una toalla y te vas a dormir. Al día siguiente te lavas la cabeza.

SENOS EN CAIDA LIBRE

PREGUNTA: Tengo un buen par de lolas, grandes y redondas, pero últimamente se han empezado a caer un poco. Uso corpiños con aro porque los otros me las aplanan. Este tipo de corpiño ¿no acelera la caída estrepitosa?
– Eugenia Belloso, Capital

RESPUESTA: Vamos por partes. En primer lugar, nada puede provocar la «caída estrepitosa» de tus lolas, así que no desesperes. En segundo lugar, no es cierto que los corpinos con aro perjudiquen. Al contrario, están reforzados especialmente para sostener más que los de tela simple. Tan importante como el aro es la «hechura» del corpiño, el corte, el bretel. Busca corpiños que no sean demasiado cavados y te sujeten bien debajo de las axilas. Lo mejor son los breteles que no son ni muy finitos ni demasiado gruesos y que tienen un clip para regular de manera que los puedas ir subiendo a medida que sientas que se aflojan. Te cuento que en la jerga de los cirujanos plásticos, la cavidad o «capacidad» donde están ubicados los senos tiene nombre, se llama «bolsillo». Hay muchos corpinos, con o sin aro, que sostienen bien los senos en sus «bolsillos» y no permiten que se caigan.

VACUNA PARA LA BELLEZA

PREGUNTA: Leí en un diario que la toxina que provoca el botulismo se aplica en los rostros y que actúa como un lifting natural. ¿Qué hay de cierto? ¿No es perjudicial para la salud inyectar toxinas?
– Miriam Fuentevela, Resistencia.

RESPUESTA: No sólo no es perjudicial sino que puede salvar vidas en muchos casos. ¿Te acor-dás del principio de la vacuna que introduce una mínima dosis de enfermedad para que el cuerpo produzca sus propias defensas? Bueno, es algo parecido. La Toxina Botulímica Tipo-A (como se la llama en el ambiente médico) no es una vacuna. Es una toxina que produce un efecto paralizante hasta matar. La dosis letal es’16.000 U.l. En dosis pequeñas, sirve para paralizar músculos que se mueven descontroladamente (músculos hiperki-néticos). En 1920, se comenzó a usar la toxina botulímica con mucho éxito para curar diferentes tipos de blesfaroespas-mos, tics nerviosos y estrabismo. Hace unos cinco años que se usa cosmetológi-camente. Los científicos se plantearon que así como «tranquiliza» al músculo que se contrae en un tic nervioso, también puede tranquilizar a un músculo que, al contraerse, produce una arruga de expresión. Desde hace ya dos años el Botox (así se llama la sustancia ahora) es el segundo tratamiento más pedido por mujeres en los Estados Unidos y Canadá. La dosis que se usa es 8 U.I., y es más que suficiente para «alisar» patas de gallo o «arrugas de la risa», entrecejo o «arrugas de enojo» y frente o «arrugas de asombro». Este tratamiento posterga el lifting para muchas mujeres que no están preparadas para el bisturí. La contra que tiene es que no dura para siempre.