PEQUEÑAS ALIADAS

Ya llega fin de año. ¿Se ponen a pensar todo lo que hicieron, o lo que no hicieron durante el 2011? Se trata de esos balances personales que tal vez no le contemos a nadie, pero que pasan por nuestras cabezas.

Yo estuve pensando en todo lo que les dije este año con respecto a lo bueno que es hacer gimnasia; espero que les haya quedado algo de todo lo que estuve batallando sobre ese tema. ¡Sí!, es algo bueno que, además, puede hacerse en la propia casa y sin gastar dinero. Algo muy bueno. Claro, que tal vez usted necesite el rigor, digo el «rigor» por el hecho de que sabe que tiene horarios, días, y sobre todo que pagó y no quiere tirar su dinero. Algunas personas funcionan así, otras son tan constantes que ni bien saltan de la cama, hacen sus ejercicios, sus estiramientos, o bien salen a correr unos minutos por su barrio. Ahora que vienen las fiestas, los balances, quizás hasta los recuerdos felices, o dolorosos, quiero que tenga en cuenta algo muy importante, y es la alta cuota de alegría que puede obtener haciendo además algo por su cuerpo. Para aquellos que hacemos deporte la sensación de sentirnos bien, la vitalidad y la alegría que esto produce cuando lo practicamos tiene una explicación bioquímica en donde las endorfinas serían parte de la respuesta a estas sensaciones. Seguro que usted las escuchó nombrar, porque en los últimos años se puso de moda hablar de ellas. Pero si se está preguntando, ¿qué son las endorfinas? Lo pongo en tema.

Las endorfinas son péptidos (pequeñas proteínas) derivados de un precursor producido a nivel de la hipófisis, una pequeña glándula que está ubicada en la base del cerebro. Obviamente, cuando hacemos deporte esta glándula es estimulada, produciéndose endorfinas en el organismo. Lo increíble de estas pequeñas proteínas es que, además, producen un efecto sedante similar a los que genera la morfina, un opiode exógeno bastamente conocido por estas mismas propiedades. Imagínese, que ¡las endorfinas son nuestros propios opiodes exógenos! Los estudios demuestran que las endorfinas son capaces de inhibir las fibras nerviosas que transmiten el dolor, además de actuar a nivel cerebral produciendo experiencias subjetivas, que son sensaciones intensas, bien conocidas por los deportistas como son la disminución de la ansiedad y la sensación de bienestar. Pero, además, para todos aquellos que todavía no se lanzaron al deporte (¿qué esperan?) les cuento que no sólo el deporte es un estímulo que nos hace secretar endorfinas: la acupuntura, las relaciones sexuales, la sugestión, y también ciertos bailes. Es difícil establecer cuál de estas actividades es la que mejor estimula la producción de endorfinas.

Sin embargo, está demostrado que los ejercicios de resistencia, sí producen un aumento significativo en la secreción de endorfinas. Estos tipos de ejercicios tienen un potente poder antidepresivo, mejoran el estado anímico y suben la autoestima, todo por nuestras amigas ¡las endorfinas! Y sobre todo, en este ámbito hay igualdad entre los dos sexos, ya que no existen diferencias significativas en la producción de endorfinas después de ejercicios aeróbicos, entre hombres y mujeres.

Por eso, cómo no voy a insistirle durante todo el año, para que empiece a mover su cuerpo, de la forma que le sea más cómoda, divertida, menos aburrida, caminando unas cuadras o bailando en su casa. Estoy convencida de que el ser deportista es un estilo de vida cada vez más necesario en este mundo tan convulsionado y vertiginoso.

Así que si no lo practicó durante este año, ¿qué le parece? Puede empezar con el nuevo año, un 2012 lleno de endorfinas para ser más felices y estar sanos de cuerpo y mente.