TAMARA DI TELLA EN LA ISLA DE PASCUA
La empresaria cumplió el sueño de pasar una semana en el lugar más alejado del mundo. Allí reveló que no tiene ninguna relación con el poder, y que le gustaría tener a la senadora Graciela Fernández Meijide como futura presidenta de los argentinos.
por Virginia Yanquilevich
Es una tierra de misterios. Es el lugar más alejado que puede ser pisado por el hombre. Se encuentra al final del mundo y en el corazón del Pacífico. Tiene un origen incierto y una naturaleza imponente. Así es la enigmática Isla de Pascua. Sin dudas, llegar hasta allí es un privilegio. A lo largo de muchos años, Támara Di Tella (49) tuvo como sueño conocer ese precioso lugar. «Antes de viajar yo sabía que era magica, aislada y salvaje. Pero estar aquí es muy fuerte. Lo que más me impactó fueron hs moai, esas esculturas inmensas que caracterizan la isla.» Por una semana, la empresaria dejó a un lado su spa y se entregó a la maravillosa isla. Allí habló del poder, del me-nemismo, de su cuñado el canciller Guido Di Tella; de su marido, Torcuato, y del futuro.
– ¿Cuál es su relación con el poder?
– Yo no tengo ninguna relación con el poder, absolutamente ninguna. Sí tengo relación con un tipo de poder especial, el internacional, el académico, y el intelectual que tiene mucho prestigio fuera del país. Y ese lugar lo tengo porque soy la esposa de Torcuato Di Tella y no por ser la cuñada de Guido. El poder de Torcuato trasciende, deja escuela y perdura. El poder de Guido es temporal, limitado y localizado. Yo misma no tengo ningún poder de ellos.
– Támara, ¿se define como menemista?
– No. Yo no soy menemista, sin embargo apoyo el proyecto de Menem. Creo que el plan económico actual es una jugada muy fuerte del gobierno, pero el problema es que tiene un costo social altísimo.
– ¿Y le gustaría que Carlos Menem fuera reelecto?
– A mí me gustaría que el plan económico, aunque tengo muchas críticas que hacerle, continuara. No sé si con Menem, pero sí me gustaría que siguieran adelante con su proyecto.
– ¿Qué críticas le hace a este gobierno?
– Me molesta la corrupción y detesto algunas características de la cultura argentina como la ley del menor esfuerzo, la viveza criolla y algunos valores trastrocados. En este país no existe una ética de trabajo. Además, me hace mal el antisemitismo que está tan arraigado en la Argentina, y fundamentalmente me duele que los atentados contra la AMIA y la embajada de Israel hayan ocurrido, y además justo con este gobierno que es muy amistoso con la colectividad judía.
– Si tuviera la posibilidad de trabajar en el gobierno, ¿en qué área aceptaría un cargo?
– Creo que sería una perfecta embajadora en los Estados Unidos, pero solo lo aceptaría si me lo ofrecieran. Conozco muy bien ese país porque j viví allí de los 17 a los 30 años.
– ¿A quién elegiría como presidente, entre Ramón «Palito» Ortega y Eduardo Duhalde?
– A ninguno de los dos, yo me quedaría con la candidata del Frepaso, Graciela Fernández Meijide. Estoy segura de que ella sería una excelente presidenta.
– ¿Cuál es su relación con Guido Di Tella?
– En cuanto a lo personal tenemos una muy buena relación. Ahora, a mí me parece que Guido es una persona muy capacitada para su posición, es uno de los mejores economistas del país. Está cumpliendo muy bien su función, pero las relaciones internacionales no son lo suyo.
– ¿Qué opina de la iniciativa de Di Tella de acercarse a los kelpers?
– Tengo una situación emocional personal con respecto a los kelpers, ya que conozco muy bien la idiosincrasia de los ingleses, y la verdad es que apoyo vehementemente la iniciativa de Guido, así como también su posición.
– Pero, ¿no le resultó un poco infantil la estrategia de mandar una foto de su familia como política de acercamiento, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores?
– Entiendo que la idea no fue bien aceptada a nivel popular. Pero a mí todo el asunto de las fotos familiares me pareció divertido y de muy buena intencion.