UNA CITA CON TAMARA DI TELLA

En un impecable blanco encontré a Tamara Di Tella durante su reciente visita al país. SOnriente y feliz en su mundo habló de su nuevo metodo Tango Pilates y de su deseo de vivir 100 años.

por KAREN FUNES

Supe de sus libros (diez en total) y de su novedoso y casi milagroso sistema de acondicionamiento físico desde hace mucho, pues ha sido un acontecimiento mundial. Poco imaginé que tendría la oportunidad de charlar con la creadora de Tamara Di Tella Pilates y que me hablaría de su vida, pasado, presente y futuro. «Triste fin para una socióloga» es la frase con que la describe un amigo de su familia. Y es que Di Tella creció en el seno de una familia intelectual, ella misma siguió esos pasos y obtuvo una beca para estudiar sociología en Estados Unidos y luego en Inglaterra completó un doctorado en ciencias políticas.Hasta su vida amorosa tiene un poco de «universitario», ya que a los 30 se casó con Torcuato Di Tella, su direc­tor de tesis y un reconocido sociólogo. «Aún pienso en demandarlo por acoso», dice entre risas. Al preguntarle cómo se produjo ese cambio de 180 grados que su vida experimentó dice muy seria: «Sólo tengo dos palabras para responderte: no sé». Y luego me doy cuenta que no es una broma. ‘Al poco tiempo de casada nacieron mis hijos, Sebastián y Carolina, y mis prioridades cambiaron. Luego de un tiempo dedicada al hogar y volver al mundo de los estudios todo me pareció diferente. Claro, mi terapeuta piensa que simplemente me negué a vivir a la sombra de mi marido», dice convencida. «Ahora la gente me reconoce y se pregunta ¿quién es Torcuato Di Tella?».

Como empresaria
Tener su propia empresa fue una idea que la emocionó mucho, pero estaba convencida de que no quería una boutique o algo así; esperaba «crear» algo único, exclu­sivo de Tamara. Fue cuando dio vida a un «spa» urbano, se lanzó, sufrió pero también triunfó. Y es que Di Tella, acostumbrada a la perfección en todo lo que hace, se ocupó no sólo de contratar a los mejores profesionales, sino a investigar a fondo sobre ese tipo de servicios, que en Argentina apenas existían, y formó un concepto de salud y belleza especial.

Ese mundillo, considerado por muchos como frívolo, para ella no lo es, ya que lo complementa con la salud, pues su intensa búsqueda la llevó a aliarse con la facul­tad de medicina de Buenos Aires donde se generan constantemente ejercicios y movimientos que ella incor­pora en las rutinas de «Pilates» y «Tangolates». «Es inevitable que surjan nuevos sistemas, no se puede parar, cada siete años sucede, pero no tengo temor. El Pilates seguirá innovándose porque está comprobado científicamente que te cambia el cuerpo». «Lo mío no es lo cosmético, pienso que la belleza no es superficial. Estar joven es estar humectado y por eso sigo cinco normas básicas en mi vida: corno sano y como poco, hago actividad física, tomo agua y con­sumo vitaminas E y C. Lo demás Dios dirá, pero con esa fórmula pretendo vivir cien años», asegura. Al consultarle sobre la cirugía estética acaba afir­mando: «Me doy cuenta de que la mujer está obse­sionada. En la Argentina todas se están viendo igual; quizá algún día decida quitarme el exceso de piel, pero en general le doy la batalla a la natura­leza a mi modo. Mi edad me pide que aumente de peso, pero yo me resisto con Pilates».

  • Pilates y Tangolates son dos programas de entrenamiento de gran éxito en Europa, Estados Unidos y América Latina. Sus videos y rutinas son televisados en varios países y sus libros, notas sobre salud, belleza y fitness son de gran reconocimiento.
  • Como parte de un programa de responsabilidad social de la compañía, Tamara Di Tella ofrece becas y premios a sus instructores sobresalientes para perfeccionar su capacitación y donó una sala de rehabilitación al hospital nacional más importante de Argentina donde se tratan pacientes con severas disfunciones del sistema nervioso.